En un lugar de la mancha, me volvio a suceder...

Hace unos días en un lugar de la mancha, de cuyo nombre no me quisiera olvidar, se encontraba cierta hidalga malagueña sentadita en un bar.

En realidad estaba acompañando a unos clientes a visitar una bodega, (Ese es el tipo de cosas que hacemos en la oficina para ver a quien le toca el papelón de subir, incluso tenemos un método justo, u sea, nos lo jugamos a piedra papel y tijera, y como siempre el maldito Murpfy, siempre tan....de mi parte, el cabrón)

Visitamos los viñedos, la bodega , y estuvimos horas de peloteo, elogiando “esos” vinos tan guenos, tan ricos, con tanta textura (me lo expliquen???).
Tenéis que saber que dicho peloteo tiene la "única" intención de que nos den de comer o al menos nos saquen unos pinchos.
Después de horas y más horas dándole al vino, servidora iba más piripi que serena,y al dejar a los clientes, aun más piripis que yo, durmiendo la mona, me fui al bar a tomarme quince u dieciséis cafés.
Y allí estaba yo, sujetándome la cabeza a las cinco de la tarde, con resaca y angustiándome al pensar que habíamos quedado con gente de la bodega para cenar y por supuestisimo, beber más vino.

Creo que fueron mis ays, ays, ays, y meneos de cabeza lo que hizo que se acercaran dos pueblerinas sesentonas (ma o meno)y se plantaran a mi ladito.
Después de miramientos de arriba abajo, un buenas tardes y un no te importa que nos sentemos contigo ¿Noverdad? que te vemos mu solica.
¿Para que iba a decir que no? Por experiencia se que no me iban a hacer ni caso y además ya estaban sentadas.
Ellas, empezaron con unos tanteos amigables del tipo ¿de donde eres? ¿como te llamas, como preparando el camino, para después empezar con lo personal, primero preguntan por mi santísimo esposo, y yo les digo que "de eso" no tengo: Separada señoras mías.
(quepena,quepena,quepena si es que los jóvenes...)
Después preguntan por mis hijos: ¡ Ah ¡ de eso si tengo, una niña señoras mías.
-¿Solo tienes una? Ays,quepena,quepena...¿Y qué has venido a hacer aquí?
-Pues con unos clientes que....
Ellas se miran y por la frente les pasa la palabra PUTA, y sueltan otro.... ays que pena,quepena, que pena.

Después de otro rato de interrogatorio y ya satisfecha su curiosidad, las señoras se dan codazos entre ellas y me preguntan si he visitado la ermita del pueblo.
-Claaaroooo, les miento.
Son listas, no cuelan. Empiezan a alabar a SU Santísimo San Antonio, patrón de las causas perdidas y de las mujeres que buscan marido.
Perooo si yo no busco marido –les digo. No se por qué me molesto en dar explicaciones, si no soy convincente. Ellas dicen que todas las mujeres buscan, y que su Santo es muy milagroso y bla, bla, bla, bla, y que ya veré como en unos días me sale un novio, y después me pedirá (pa eso estamos hombre, pa que me pidan) y más bla, bla, bla, bla.

Me coge cada una de un brazo y hala, a subir una cuesta que no acaba nunca, y no es por larga, sino por que mis acompañantas se paraban a saludar a las vecinas y a contarles que “llevan a esta muchacha tan simpática de Málaga, a que la vea el Santo, quesqué, la pobretilla no tiene novio” . Las vecinas asienten y cuentan historias.

Una de ellos, de milagro total....mmm... venga lo cuento:
Había una chica muy fea en el pueblo y muy acomplejada por qué estaba un poco tuerta la pobre (¿cómo se puede estar un poco tuerta..ays). Se fue al Santo y estuvo tres días sin salir de la ermita, en cuantito salió, no solo le salió un novio guapo y rico, además ya no era medio tuerta. El santo le había curado la vista, le había puesto los ojos azules y la había hecho perder 30 kilos. (yo pa mi que esa se fue a corporación dermostetica y a su madre le dijo que se iba a encerrar en la ermita)

Total, que si no me sale novio, que no me preocupe. Que la próxima vez que me toque venir, iremos a la ermita de la Piedad, o a la de Santa Ana, o a la de San Sebastián, o a la de San Isidro, y que con tanto santo milagroso que tienen, seguro que alguno me hace el favor y si no, es que está de la mano de Dios, como una tal Antoñica, que por mucho que rezaba se quedo pa vestir santos, (al menos no le faltarian, con la cantidad que tiene el pueblo).

Ah, y de recuerdo...¿Qué me he traído?

Estampitas, muchas estampitas pa que se las regale a todas mis amigas las solteras, y (sentaros) el Mail de las dos señoras...y es quee hay que joerseeeee.

Tranquilas solteras, no les he dado el nombre de vuestros Blogs.
;-)