viernes, febrero 16, 2007

volteretas

Lucas y Eva estaban nerviosos, cada uno lo demostraba a su manera

Ella comiéndose las uñas, él dando volteretas y brincos por la gigantesca cama.
-Mira Eva, ¿has visto alguna vez una cama así de grande?.
Ella, aun comiéndose las uñas le dijo- Deja ya de saltar que la vas a romper, eres como un niño pequeño.
Él se dejó caer de espaldas y miró el pequeño cuadro que había sobre la cama, y acariciándole la espalda le susurro -Eva cuando nos casemos te compraré un palacio como el de la foto.
Ella estallo en una carcajada, lo miró con dulzura, se quitó los zapatos y empezó a brincar sobre el colchón.

Así quiero encontrar mis sueños, dando saltos.

Añadiendo a las siete de la tarde ma o menos:

La mente no puede estar ociosa o eso dicen.
La mía si. Cuando no tiene que pensar en los cómos se imagina los cuandos, o se da una vuelta por los porques . Aunque antes a tomado una copa con los quizás mientras los cuales la invitaban a unos pinchos. Si es que el donde la dejao agotada, y todo por un jodido quien.

2 comentarios:

Presionado dijo...

Lo peor de romper la cama es que se te quitan las ganas de volver a saltar.
Incluso sabiendo lo divertido que es.
Ademas, cuando te dicen que no saltes, acabas no queriendo saltar para que, asi, no te llamen la atencion y no sentirte mal.

Que libertad la de los niños, a los que todo esta permitido.

Que pena crecer.

chuliMa dijo...

Un chupachups enredeao en el pelo, es una buena manera de agradecer que ya no se es tan niño.
Ays, lo que yo queria era el palacio de la foto.
en fins