jueves, febrero 08, 2007

Los mismos olores

Escuchemos a la señora...

Ayer no tuve rehabilitación. Yupy, se les ha jodido la luz en la clínica. Dios me ha escuchado una vez más, aleluya.
Una hora libre, enterita para mi uso y disfrute y encima con el coche bien aparcado.
Una ráfaga de viento me trajo un olorcillo marino que me ha recordado donde estaba. A cinco minutos andando del puerto, la hora en la que llegan las barcos y empiezan a sacar el pescado a la lonja.
Llegué con los ojos casi cerrados. Me conviertí en una nariz que se recreaba con los olores. A mucha gente no le gusta. No se si habéis estado en un puerto de pueblo (que no sea deportivo) pero el olor tira pa´tras . Hace muchos años le pregunté a mi padre, si es que no limpiaban nunca y por eso aquella peste. Él me contestó que hacia muchos años que los peces iban a morir allí y por eso aquel olor no se podía quitar.La respuesta aun me sigue pareciendo logica, sin aquel olor, ¿Cómo sabrían los peces donde tenían que morirse?

Ahora si me gusta, quizás sea por los recuerdos que me trae ( y no es precisamente el olor del heno de pravia ni el de la tierra recién arremojá) . Es uno de los pocos sitios donde nada a cambiado demasiado, al menos en esa parte del puerto.
Ves los primeros barcos que llegan al muelle, acompañados por los gritos de las gaviotas y demás pájaros que vuelan alrededor, cada uno de ellos lleva su propia banda sonora encima.
A veces alguna gaviota se tira de cabeza al agua para coger los peces que algún pescador tira por la borda, supongo que a los inmaduros o los que no pasaran los controles de la aduana.
Me quedo un buen rato allí mirando como sacan la pesca. Lo que más veo son pulpos, los van seleccionando según su tamaño, los hay verdaderamente grandes y otros muy pequeñitos, calamares, cajas con atunes medianos y otros grandes, reconozco lubinas, evidentemente muchos boquerones, algún que otro besugo y otros muchos que no tengo ni idea como se apellidan.
Miro como los hombres descargan y tengo la sensación de que no ha pasado el tiempo. Las caras de los pescadores son iguales que hace 25 años, caras morenas de muchas horas bajo el sol, brazos musculosos y manos grandes.
Los barcos, al menos por fuera tampoco han cambiado demasiado. Mismos colores, azules, verdes o rojos. Con los mismos nombres Carmen 2, Hnos. Perea, Menganero IV.....Tan solo se diferencian por la forma de escribirlos, antes a mano con pintura y ahora con impresión offset.
Después de un rato ensimismada, recordando voces antiguas, he conseguido oír mi propia voz que se preguntaba
-¿Qué será eso de suscribirse a atom?, o ¿qué será un blind spot?

Los cambios son reales aunque todo siga pareciendo igual. Pero... los años me pasan. Y donde antes encontraba un mensaje diciéndome –anoche soñé con ese culo tuyo, hoy me encuentro un mensaje que me dice -anoche soñé que me cortabas las orejas. Donde antes encontraba la bandera de la Virgen del Carmen, ahora encuentro una enorme antena con luces verdes que parpadean.

Aunque evidentemente, lo que no cambiará jamás será el olor del lugar donde los peces vienen a morir.

4 comentarios:

Presionado dijo...

Que bonito, Chuli.
Veo que has entrado en una de mis paranoias de "joder como pasa el tiempo".
Yo entre hace 5 años y aun no he salido.

Tú por lo menos tienes el mar, que es eterno e invariable (de momento), y si te metes unos metros en el agua y miras hacia delante, veras que, por lo menos ahí no ha cambiado nada.

chuliMa dijo...

mmm...¿Te acuerdas el anuncio aquel que decia?..No pesan los años, pesan los kilos.
A mi el culo.
;-)
Me gusta que te guste. (el post digo..jajaja)

Presionado dijo...

SOlo conozco de ti tu dedo meñique y tu pie, de lo otro no puedo opinar...

A mi me pesa la panza.

chuliMa dijo...

weeenooo...po ziii conocee lo mejooooo

shaluditoss