Con el último post...éste no, el anterior. He confirmado una de las mayores sospechas que tenia sobre mi misma. No soy nada cotilla y siempre espero que los demás me cuenten lo que les apetece. Pero hoy...hoy...hoy...hoy, casi me ha dado un infarto de entendederas, conste que si me da y en vez de palabras leéis kjdsfalkjsf...askjdflas o similar será por culpa de una amiga, que hoy me a contado por enésima vez.

La última vez que quiso como ella quería que la quisieran.
La última que le rompieron el corazón.
La última que todo fue como ella quería que fuera
La última vez, que dijo la última vez.
La última, la última. Non mais.

¿Alguien seria medianamente sincero contando eso? ¿Alguien lo haría?.

Pues si, señores y señoras hay quien lo hace, lo cuenta y lo recuenta.
Ese tipo de personas que se repiten, lorito está triste, lorito está cansado, y el lorito está decidido a que sea la última, y repite y se repitera (© Don Mus) hasta que a la amiga le duelen las orejas y siente como si los pocos sesos que le quedan los estuvieran asando en una barbacoa y te asustas al visualizarte con la cara de Mortadelo con una cabeza-olla exprés y una nube de vapor saliendo por una válvula pegada en tu oreja.
Al final la única forma de callar al pajarraco es meterles pipitas (en este caso bocadillo de jamón ) en el gaznate, para que silencie sus cada vez más fuertes graznidos, durante dios mediante, un par de minutejos.
Y entonces, ohhhhh aleluya, el parloteo cesa y su desagradable voz, embuchada de “ultimas veces” está en silencio. Ese momento en el que incluso el ruido que hace la maquina de café, te parece más agradable que el mínimo ruido que salga de su hocico.

Y entonces soy yo la que se repite, la última vez laura, la última vez.

Y al pasar un par de horas me siento mal por ser yo misma. Y eso es fastidioso, por que con un par de palabras mías el lorito no tendría que contarme más detalles sobre la ultima vez que por fin fue la última vez.
Y una vez más, creo que este post no lo entiendo ni yo.

(i) © Mus:Repiterar, que valdría por repetir lo que ya se ha reiterado. Una posible acepción sería «dar la barrila, el coñazo, ser un pelma».